Algunas veces me he puesto a pensar, y mirando hacia a tras me doy cuenta de que nosotros, los de nuestra generación hemos sido privilegiados, hemos gozado de unos privilegios heredados del franquismo y de los primeros años de la democracia cuando en España aún quedaba un ejército fuerte, de cuando los grises daban leña a diestro y siniestro y de cuando la Guardia Civil aún se hacía respetar.
Los que más o menos estamos en edad de jubilación, o nos hemos jubilado recientemente hemos heredado un trabajo de por vida, algunos compañeros 35 años en una empresa como es el caso de un servidor, pero que en el caso de algunos ha llegado hasta los 45 que comenzaron a los 15 años y tuvieron el privilegio de jubilarse con 60.
Nuestra generación lucho para conseguir una jornada de 40 horas semanales, que se consiguió en los años 77-78, pero que costó días de huelga y algunos despidos, se consiguió un mes de vacaciones, se consiguieron algunos pluses y mejoras en el trabajo.
A lo largo de esos años pasaron diferentes etapas en la empresa donde presté mis servicios. Los primeros 10 años transcurrieron con mucha disciplina por lo que se debía pisar en terreno firme. Partiendo de que el director general de la empresa había sido militar y llevaba en la sangre genes de la vida que había vivido anteriormente. Recuerdo que los porteros de la empresa eran Guardias Civiles retirados vestidos con uniforme de la empresa, gorra de plato y pistola al cinto, teniendo que a la entrada del director a la empresa cuadrarse y hacer el saludo militar. A todo esto debemos añadir la revisiones semanales que el director hacia a los trabajadores, sobre todo en pelo, no se podía llevar el pelo muy largo, y por supuesto bien arreglado. A parte de todo esto todos los jefes se hacían respetar, pero que por su parte los trabajadores también eran respetados, hasta incluso si alguien pedía un favor, y estaba en manos de la empresa el poderlo hacer, tampoco era negado, pero siempre obedeciendo y respetando esas leyes internas.
Pues bien, nosotros tuvimos esa herencia de un trabajo de por vida que nos permitió vivir con cierta tranquilidad, y que quizá pudimos gozar de hacer planes a largo plazo para comprar una vivienda un coche, o simplemente dar unos estudios a nuestros hijos. Y no solamente conservamos la herencia recibida, sino que hemos luchado para conservarla e intentar mejorarla.
¿Qué herencia hemos dejado nosotros a nuestros hijos? - Le hemos dado unos estudios que nosotros nunca pudimos tener, pero le dejamos mucha incertidumbre, muchos no saben si con esos estudios van a conseguir un trabajo y si lo consiguen no saben por el tiempo que será, muchos han estudiado una carrera de cinco años y tienen que trabajar en cosas distintas a su preparación. No hace mucho tiempo en el que el gobierno aprobó un decreto para rebajar el sueldo a los empleados públicos y congelar las pensiones, por lo que también las empresas privadas tomarán nota para rebajar salarios,( cuando veas las barbas al vecino cortar, pon las tuyas a remojar). Por eso en poco tiempo todos veremos rebajados nuestras pensiones o sueldos al final de mes. Esto será un arma que las empresas dispondrán para hacer uso de ella cada vez que les convenga rebajando sueldos para evitar despidos. Que se deberá flexibilizar la jornada laboral a las exigencias de la empresa. Que las vacaciones se harán cuando la empresa decida para agilizar pedidos. Que las empresas podrán despedir el día que quieran sin tener derecho a una indemnización. Que la jubilación será a una edad tardía y se verá mermada en un 30% si se tiene en cuenta toda la vida laboral.
¿Y quién es el culpable de todo esto?- Muchos culpan al gobierno zapateril, yo creo personalmente que es una etapa de la vida que nos ha tocado vivir. Culpo directamente al redondeo que se hicieron en los precios con la entrada de el €uro y que muchos aprovecharon para lucrarse pasando lo que valía 100 pesetas a costar 166,386 sin que nadie tomara cartas en el asunto, culpo a libre comercio mundial favoreciendo las importaciones procedentes de los países asiáticos fabricadas por esclavos explotados trabajando 14 horas diarias por un jornal de 24,50 € mensuales exentos de vacaciones y seguridad social.
¿Hasta cuándo puede durar todo esto?- Hasta que el día que los esclavos se den cuenta que están siendo explotados, que quieran disfrutar unos días de vacaciones, que quieran una jornada y un salario digno, un derecho a la sanidad pública, y por supuesto en los últimos años de la vida tener derecho a una pensión como recompensa a una esclava vida laboral.
Gúmaro, 8 de septiembre de 2010
Pues imagínate la incertidumbre de mi generación ante nuestros hijos... Estoy contigo en todo lo que dices. No obstante, lo que me cuesta creer, es que haya un jefe, un solo jefe bueno. Más que nada, porque el poder y don dinero, corrompen hasta lo incorrompible. Un saludo, Gumaro. Otro año que pasó sin vernos, pero para el próximo haremos intercambio de teléfonos y no volverá a pasar.
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