miércoles, 9 de mayo de 2012

NUESTRAS MADRES ALISTANAS



Aliste fue una comarca donde desde muy temprana edad se debía ganar el pan que en algunos tiempos no todos los días se podía llevara al aboca. Ya desde los primeros días de nuestra vida nuestras madres nos llevaban  al campo, ellas mismas nos cuidaban mientras trabajaban. En tiempo de primavera, y aún con pocas semanas de vida nos llevaban  la espalda sujetos con un mantón, las manos debían quedar sueltas para en una mano llevar la vara, en la otra una barrila con agua, y  en el brazo una cesta con algo de merienda, posiblemente un poco de pan más bien duro que en el mejor de los casos podían acompañar con un poco de tocino. Nuestras madres muchas veces debían hacer diferentes labores en el campo, la más normal era coger la pareja de vacas uncidas al yugo con el arado y a veces la rastra encima. Llegando a la tierra nuestra madre se  disponía  arar con la pareja de vacas, mientras nosotros,  los  niños, nos dejaban a la punta del surco tapados con un mantón,  nuestra madre iba y venía detrás de la pareja de vacas con mano firme cogida a la mancera del arado romano  con la cantinela de arre dorada arre garbosa al mismo tiempo que susurraba alguna canción, pero como buena madre, cada vez que llegaba a la punta del surco hacía un breve paréntesis para dar un vistazo al niño para que no fuera atacado por algún  bicho, pues  parece ser que el olor a la leche atraía a posibles culebras.

Después de haber dormido un rato el niño, la madre paraba la pareja de vacas, mientras  se sentaba en el suelo para comer un trozo de pan al mismo tiempo que daba la teta al niño, para luego continuar con el ir y venir detrás de el arado hasta la hora volver a casa, que era más o menos a media tarde.

Como mas arriba comente, el olor de la leche dicen que atrae a las serpientes, y se dice que en una ocasión una mujer se quedo dormida en el campo mientras  estaba amantando a su hijo. Al olor de la leche acudió una sigilosa y observadora culebra, que mientras la madre dormía cansada del trabajo, la culebra le quito la teta al niño para mamar ella al mismo tiempo que  le puso su cola en la boca del niño para que mamara y así no ser sorprendida.

Cuando fuimos creciendo, nuestros primeros pasos fueron entre la tierra, seguramente llorando detrás del arado para alcanzar a nuestra madre, ella no nos podía atender, pero seguramente si nos daba palabras de consuelo tratando de conformarnos.

Que grandes eran… que fuerza de voluntad  tenían  aquellas mujeres alistanas vestidas de  oscuro con pañuelo negro en la cabeza que trabajaron  incansablemente hasta la saciedad con el único fin de sacarnos  adelante.

Creo  que nosotros no fuimos justos con nuestras madres, nuestras madres igual que nosotros se criaron entre la tierra. Nosotros cuando fuimos mayores las abandonamos, nos marchemos de casa buscando una vida mejor. Cuando fueron mayores las trajimos a las ciudades tratando de darles nuestro calor, si bien le ofrecíamos lo mejor que teníamos en casa, pero eso no era  suficiente, querían su pueblo, querían la vida que siempre vivieron y sobre todo descansar envueltas en la tierra que las vio crecer.

Nuestras madres y abuelas se merecen un monumento en el cerro de Peña Mira mirando a Aliste con aquella indumentaria alistana símbolo del trabajo, sudor y fatiga a las que debemos nuestra vida.

La imagen muestra el duro trabajo, la cual es propiedad de Julio Pelaez de La Torre de Aliste.

Gúmaro, 9 de Mayo de 2012

16 comentarios:

  1. Merecido homenaje a nuestras madres y profunda emoción me han transmitido tus palabras.

    Gracias, Gúmaro..

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  2. ¡Qué precioso retrato has hecho de las madres alistanas, Emilio! y es tan real que mientras lo iba leyendo pensaba que, si no lo hubiera conocido por mí misma, lo habría imaginado perfectamente por lo bien que lo has descrito, todo, lo material y lo emocional. Un abrazo y gracias por hacer público ese sentir tuyo tan bonito.
    Lo enlazo.
    Gloria Castaño

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  3. Me uno a la propuesta de hacer ese monumento en el cerro de Peñamira.
    Un enorme saludo desde Alcañices.

    Ángela

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  4. Muy verdadero este relato, ¡cuantas mujeres han pasado por esto!Y que cierto es que al llegar a las ciudades, echaban de menos su pueblo, mi enhorabuena para tí Gúmaro es una narración preciosa. Enhorabuena a todas las alistanas a las
    que sus hijos han sabido reconocer sus esfuerzos.

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  5. Precioso, nuestras madres se merecen lo mejor, y la verdad que las tierras Alistanas lo tienen, ¡sí señor! una tierra estupenda
    Edurne

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  6. Muchas gracias a todos/as por vuestros comentarios. Me alegra un montón saber que encontráis sabor en un blog que escribe un expastor alistano, gracias por ello.

    Decir que fuy lector de gran parte de los Nº de Renacimiento, su desaparición fue un trauma para mi en unos años que a casi 1000 km era el único medio para saber de los pueblos de nuestro querido Aliste.

    Un cordial saludo, hoy desde Moveros

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  7. A través de Facebook y, concretamente, de Renacimiento de Aliste, descubro este blog. Mi enhorabuena por tu manera de transmitir en tus palabras tantos sentimientos. Aún he leido pocas entradas pero presiento que van a ocupar gran parte de mis horas de ocio. Gracias por compartirlo con nosotros.

    Un saludo Geno Rodríguez (Alcañices)

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  8. Hermosa tu descripción, claro que mi madre también fue una de las que trabajaba la tierra, cuidaba de su madre enferma, de sus hermanos más pequeños, qué vida sacrificada!!!
    Gracias por el hermoso relato, desde Argentina
    Fernanda

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  9. Soy el autor de la imagen que ilustra tu descripción de las madres alistanas y si se viera el video al que pertenecen veriamos el trabajo que es eso de arar las tierras.Las magenes corrsponden a mes de abril de 2009 y hoy dia es muy raro encontrarnos a alguien en esta tarea de la arada.Muy buena descripción.Julio Pelaez.
    La Torre de Aliste.
    Doy la direción de mi canal en youtube por si quieren ver el video.Gracias.

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  10. Hola julio: La imagen que acompaña a el articulo de las madres alistanas es sacada de tu video arando en llamera redonda, el cual encontre interesante, ya que hoy día es dificil encontrar una señora alistana arando.

    No creas ni mucho menos que me he apropiado de la imagen, simplemente con ella he querido mostrar el duro trabajo que representa para una mujer cuando tenía que cuidar a sus hijos.

    Seguidamente etiquetaré la foto con tu nombre.

    Un cordial saludo.

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    1. no te preocupes por la imagen ,me parece bien que la hayas usado para ilustrar tu narración de las mujeres alistanas y reflejar el duro trabajo que realizaban todas ellas en el campo alistano.Gracias a esta foto he podido ver tu blog y las historias que cuentas.Un saludo de un alistano.

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  11. Gúmaro. Es ingrehible la descrición tan esacta que has hecho de las mujeres alistanas, en especial de las MADRES, que tanto hicieron por nosotros, como tu bien dices, nosotros no hemos podido compensarlas, por tanto sacrificio, ya que salimos de casa en busca de una vida mejor... bueno (distinta). Porque, cuando llegaban del trabajo tan duro, tenian la oportunidad de disfrutar de la familia, principalmente en Invierno, cuando se reunian alrrededor de la lumbre, comemtando las anezdotas que habián vivido durante toda la jornanda,(que bonito)yo lo añoro mucho

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  12. Que veridico es lo que cuentas y que homenaje mas merecido a las madres Alistanas de la posguerra yo fue uno de esos hijos.

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  13. Que veridico es lo que cuentas en este comentario sobre las madres Alistanas de la posguerra yo me veo reflejado.

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  14. La descripción que haces de las Madres alistabas como ya queda reflejado en anteriores comentarios es real como la vida misma; yo nací en el año 40 por lo tanto alguna teta tomaría con sabor a tierra.Y es cierto que no le hemos devuelto en sus años de mayores todo lo que se merecían, por el problema de la emigración;quizás nuestras abuelas que pasaron lo mismo tuvieron mas suerte en la vejez, a aún a pesar de ser una vida dura al menos acababan sus días acompañadas de toda la familia.

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  15. Como ya se ha comentado, mejor contado imposible. Yo que soy un chico de ciudad hasta he visto a la serpiente mamando y "dando de mamar" y me he emocionado.

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