Los trabajos del campo eran realizados por los hombres y mujeres indistintamente, unas veces solos y otras acompañados. Había trabajos que indispensablemente tenían que ser dos personas o más.
El recoger los cereales del campo, fue siempre la principal preocupación de los labradores, unas veces por miedo al fuego, otras por las tormentas, y ya con las mieses en la era, la preocupación más grande era la lluvia, siempre estaba el sufrimiento presente.
El cultivo de los cereales se hacía tradicionalmente a una “hoja”, con un sistema de año y vez, quedando un año sin sembrar hasta el año siguiente.
Después de abonada la tierra se sembraba a voleo, y se araba para tapar el grano. Esto era la sementera en el mes de octubre, anteriormente, se había hecho la rielva en marzo, y la bima ó “bina” a primeros de junio. En el mes de junio era también la siega de la hierba, se segaba con el gadaño “guadaña,” después de dejarla secar varios días se cargaba en el carro, y con el rastro se arrastraba para que no quedara nada en el prado. Para cargar el carro se necesitaban por lo menos dos personas, una a bajo para darla y otra arriba para componerla. El carro bién cargado, sobrepasaba por encima de los picones, y con unas sogas gordas echadas por encima que sujetaban la carga.
Con estas fechas de la hierba también coincidía la siega de la cebada, ya se había secado, y había que segarla y trillarla, había que ir al molino para hacer pienso, ya que los graneros se habían quedado vacíos y los cuchinos estaban cuincando en la corteja.
A primeros de julio se segaba el centeno , y a continuación el trigo, la siega hasta no hace muchos años se hacía manual con la hoz. Los segadores usaban “dediles”especie de fundas de cuero que se ponían para proteger sus dedos, y hacer la manada de mies más grande, a la izquierda se dejaban las manadas formando gabillas, y después se juntaban en manojos ceñidos com pajas de centeno llamadas ataderas ó garañuelas, y éstos se juntaban en montones llamados mornales ó morenas.
La comida era en el campo y a veces a pleno sol de julio, o también si había algún árbol o arbusto cerca se aprovechaba la sombra. El cántaro y la barrila para el agua, y el barril para el vino, eran siempre fieles compañeros de los segadores.
El día de Santiago se partían las eras, y el acarreo empezaba al día siguiente, los manojos se daban para el carro con el “urcon”, cuando el carro estaba cargado, se echaban unas sogas cruzadas y tensadas fuertemente para sujetar la carga por los largos caminos pedregosos y polvorientos. Llegando a la era se descargaba en grandes montones llamados “medas.”
A continuación venía la trilla, los trillos estaban formados por cuatro fuertes tablas juntas, y por debajo fuertes piedras de “siles”que cortaban la paja y desgranaban las espigas, el trillo lo arrastraba una pareja de vacas o de burros, en el trillo siempre iba una persona para hacer peso y recoger los excrementos de los animales. Durante la trilla había que dar varias vueltas a la parba con tornaderas, y cuando la paja estaba más fina, se daba con una pala de madera para sacar las espigas del fondo. Cuando estaba la paja desmenuzada se juntaba en un montón largo llamado parbón, en Lober se alineaban con la “Peña el Burro” de la sierra de la culebra, por que decían que entraba el aire más recto.
La limpia consistía en aventar la paja y el grano para separar éste de la paja, la limpia no requería mucho viento, para que no se llevara también el grano, el aire se llamaba portugués y el castellano. Cuando ya se había aventado casi toda la paja, se empezaba a sacar el grano con la pala de madera, era el Pejo, las granzas se pasaban por una ceranda o críba para separar el grano, el grano se juntaba en un montón llamado muelo, que después se metía en sacas hechas de lino para llevarlo al granero. El día que se recogía el grano se llamaba el día del gallo, por que ese día se solía matar algún gallo para celebrarlo. La paja era lo último que se recogía, se guardaba en pajares, la cual servía en invierno para envolver con pienso a las vacas y como abrigo en las cuadras para los animales .
El recoger los cereales del campo, fue siempre la principal preocupación de los labradores, unas veces por miedo al fuego, otras por las tormentas, y ya con las mieses en la era, la preocupación más grande era la lluvia, siempre estaba el sufrimiento presente.
El cultivo de los cereales se hacía tradicionalmente a una “hoja”, con un sistema de año y vez, quedando un año sin sembrar hasta el año siguiente.
Después de abonada la tierra se sembraba a voleo, y se araba para tapar el grano. Esto era la sementera en el mes de octubre, anteriormente, se había hecho la rielva en marzo, y la bima ó “bina” a primeros de junio. En el mes de junio era también la siega de la hierba, se segaba con el gadaño “guadaña,” después de dejarla secar varios días se cargaba en el carro, y con el rastro se arrastraba para que no quedara nada en el prado. Para cargar el carro se necesitaban por lo menos dos personas, una a bajo para darla y otra arriba para componerla. El carro bién cargado, sobrepasaba por encima de los picones, y con unas sogas gordas echadas por encima que sujetaban la carga.
Con estas fechas de la hierba también coincidía la siega de la cebada, ya se había secado, y había que segarla y trillarla, había que ir al molino para hacer pienso, ya que los graneros se habían quedado vacíos y los cuchinos estaban cuincando en la corteja.
A primeros de julio se segaba el centeno , y a continuación el trigo, la siega hasta no hace muchos años se hacía manual con la hoz. Los segadores usaban “dediles”especie de fundas de cuero que se ponían para proteger sus dedos, y hacer la manada de mies más grande, a la izquierda se dejaban las manadas formando gabillas, y después se juntaban en manojos ceñidos com pajas de centeno llamadas ataderas ó garañuelas, y éstos se juntaban en montones llamados mornales ó morenas.
La comida era en el campo y a veces a pleno sol de julio, o también si había algún árbol o arbusto cerca se aprovechaba la sombra. El cántaro y la barrila para el agua, y el barril para el vino, eran siempre fieles compañeros de los segadores.
El día de Santiago se partían las eras, y el acarreo empezaba al día siguiente, los manojos se daban para el carro con el “urcon”, cuando el carro estaba cargado, se echaban unas sogas cruzadas y tensadas fuertemente para sujetar la carga por los largos caminos pedregosos y polvorientos. Llegando a la era se descargaba en grandes montones llamados “medas.”
A continuación venía la trilla, los trillos estaban formados por cuatro fuertes tablas juntas, y por debajo fuertes piedras de “siles”que cortaban la paja y desgranaban las espigas, el trillo lo arrastraba una pareja de vacas o de burros, en el trillo siempre iba una persona para hacer peso y recoger los excrementos de los animales. Durante la trilla había que dar varias vueltas a la parba con tornaderas, y cuando la paja estaba más fina, se daba con una pala de madera para sacar las espigas del fondo. Cuando estaba la paja desmenuzada se juntaba en un montón largo llamado parbón, en Lober se alineaban con la “Peña el Burro” de la sierra de la culebra, por que decían que entraba el aire más recto.
La limpia consistía en aventar la paja y el grano para separar éste de la paja, la limpia no requería mucho viento, para que no se llevara también el grano, el aire se llamaba portugués y el castellano. Cuando ya se había aventado casi toda la paja, se empezaba a sacar el grano con la pala de madera, era el Pejo, las granzas se pasaban por una ceranda o críba para separar el grano, el grano se juntaba en un montón llamado muelo, que después se metía en sacas hechas de lino para llevarlo al granero. El día que se recogía el grano se llamaba el día del gallo, por que ese día se solía matar algún gallo para celebrarlo. La paja era lo último que se recogía, se guardaba en pajares, la cual servía en invierno para envolver con pienso a las vacas y como abrigo en las cuadras para los animales .
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