LA SEGADA EN COSTANTIN
Este año el vecino pueblo luso “Costantin” puso en marcha la
iniciativa de promover la segada,
ya casi olvidada por el paso del tiempo para muchos que en
aquellos años empuñaron la hoz, un trabajo desconocido para los más jóvenes, a
los cuales iba dirigido tal evento, para que muchos pudieran vivir por un día el trabajo que sus padres o
abuelos desarrollaron durante toda la vida en unos años en que la maquinaria
agrícola brillaba por su ausencia en nuestras comarcas alistanas y en las
comarcas lusas de Tras os Montes.
Era el día 11 de agosto a eso de las 11 de la mañana después
de almorzar la sopa de segada en la Casa do Povo de Costantin, los segadores y
segadoras se dirigían al campo donde se reservaba una parcela sin segar para
poder revivir la segada a modo de
romería. Los participantes acudían previstos de una fardela donde llevaban pan y
un vaso de aluminio para el agua, y en la mano la hoz y los dediles, otros
llevaban un cuelmo remojado para hacer ataderas para hacer los haces.
Llegando a la tierra se comenzó a segar como estaba previsto, unos, lo más expertos segaban como casi toda
su vida lo habían echo, otros, los más jóvenes
mientras se prepararon y cogieron la hoz, apenas le quedo tiempo para
practicar, un servidor segó cuatro gabillas y hizo el manojo con una garñuela hecha
con pajas de centeno al estilo tradicional.
Acabada la siega se juntó en mornal, y una vez hecho,
cantaron y bailaron con la música de un
acordeón y las voces de las portuguesas
entonando canciones populares de la siega. Al terminar se cargaron los haces en
un carro tirado por dos mulas iniciando el acarreo de las mieses (dos carros) hasta la era donde previamente
se había preparado el seco césped para
la trilla donde se hizo la parva.
Ya eran las dos de la tarde y era hora de comer todos juntos
en la casa do povo, por la tarde se trilló la parva con dos mulas y un trillo
que apenas si le quedaban piedras, pero se trilló juntando luego en un parvón
para limpiar al aire. Al día siguiente y
después de almorzar se limpio el parvón,
y se hizo una demostración con otra meda trillando con la “trilladeira”
una máquina motriz que llegó a los pueblos de Aliste y Tras os Montes en los
años 80 cuando en otras comunidades se despojaban de ellas por la llegada de la
cosechadora.
Como más arriba comente, después de más de 40 años volví a
empuñar la hoz, esta vez no era para segar el
trigo que más tarde convertido en harina y masa coceríamos en el horno para nuestras
necesidades una vez convertido en pan, si no para hacer una demostración hacía los que nacieron unas décadas más tarde
de como se llevaba a cabo tras un largo proceso elaboraciones el pan que cada
día se ponía encima de nuestras mesas.
Gúmaro, 3 de septiembre de 2012
Marchaba pa Miranda y vi el revuelo de la siega al lado de la carretera. Si hubiera sabido que andabas allí metido había parado.
ResponderEliminarUn saludo,
Ra.
Hombre Ra, Hubiera sido un gran placer verte, pues si, allí andaba y fue una bonita experiencia. De todas maneras cuando pases por Moveros y veas que están las ventanas abiertas no dudes en llamar, serás bien recibido y un gran placer conocerte.
ResponderEliminarSaludos.
Gúmaro