Después de ya cuatro meses, de nuevo me decido volver a entrar en mi casa para quitar sobre todo un poco las arañeras y quitar un poco el polvo.
Bien, como acabo de decir, cuatro meses ya son muchos días sin pasar por aquí. Desde entonces he hecho dos viajes a Aliste, uno en agosto como de costumbre, y que de los 38 años que hace que salí definitivamente de allí, solo han quedado dos que no haya hecho ese camino por razones que en este momento no me voy a parar a comentar, pero que por alguna razón seguro era. Durante el mes de agosto, y observando día por día, poco es el cambio respecto a años anteriores. El único cambio que desde hace años, y año tras año voy notando y cada vez más, es que hay gente que ya no está, que se han ido para no volver, gente con la que podías hablar, y con la que sentados en un poyo a la sombra, de sus palabras aún podía aprender muchas cosas, personas que se han ido, y que con ellas se ha ido parte de nuestra cultura.
El mes de agosto, y ya desde hace bastantes años es cuando los pueblos se llenan de gente, gente que, seguro con ansia esperan mes tras mes durante todo el año para encontrarse con familiares y amigos, y creo que por ese motivo desde hace años se han impuesto las meriendas o cenas populares, donde más que la merienda o cena, vale más el rato que te pasas con los paisanos y amigos, y más cuando alguno de los cuales por uno u otro motivo hace años que no has visto. En muchos pueblos los ayuntamientos costean las meriendas populares, en Lober como dependemos de un ayuntamiento con escasos recursos, hacemos la merienda popular a “escote”, y como bien dice el refrán, “a escote nadie es pegote”.
El otro viaje que hice a Aliste fue en el mes de octubre para hacer unos quehaceres que tenía pendientes. En el mes de octubre ya solo te encuentras en los pueblos con los habituales de todo el año, con lo que te puedes encontrar que si el día hace bueno aún te puedes encontrar con alguien que sentado en un poyo toma el sol hasta el atardecer, del modo contrario es posible que te des una vuelta por el pueblo y no encuentres con nadie.
Pues en ese mes de octubre (mes del rosario) un domingo que fui por Lober, creo que fue el día 18, me encontré que celebraban esa fiesta, y vi que aún conservan la tradición de pedir la limosna a los vecinos alrededor del pueblo para la Virgen. Dos mujeres con un carretillo recorrían las calles del pueblo y casa por casa pidiendo la limosna, y lo que más me sorprendió fue que la limosna que daban no era dinero, sino que eran productos del campo, como trigo, alubias, fréjoles o garbanzos, como en aquellos ya lejanos años. Estos productos eran subastados tradicionalmente, y vendidos a la salida de misa al mejor postor.
Esto me dio la idea de poderme hacer con algunos de esos productos en esa subasta, ya que normalmente las cosechas son para el consumo familiar, y particularmente nadie te quiere vender esos productos de las huertas alistanas.
Noviembre 14 de 2010.
Gúmaro
Estas hablando de eso que algunos politicos llaman Exodo R,ural lo llaman asi pero nada mas terminar de pronunciarlo se olvidan de todo y de los pocos que quedan.
ResponderEliminarSALUD.
Efectivamente Navetu. El exodo rural, ya comenzó en la comarca alistana a finales de los años 1800 con la emigración de muchos alistanos al Cuba y Buenos Aires, acentuandose más en los años 60 forzando una escasa natalidad hasta el punto de hoy haber pueblos al borde de la desaparición. A lo largo de todos estos años, ni el gobierno central y menos el autonómico han hecho nada para evitarlo.
ResponderEliminarGúmaro
Creo, amigos que no tiene solución ni a día de hoy...soy uno de los últimos zamoranos que ha tenido que marcharse, sin pena, de su tierra para poder seguir trabajando y, por ende, viviendo...
ResponderEliminarEn Aliste estamos sentenciados amigos, no creo que seas el último que tiene que tomar esa decisión, creo que los últimos en marchar serán los que en el curso pasado en muchos pueblos de Aliste decidieron iniciar una carrera universitaria, y que dentro de cinco años, si quieren poner en práctica los conocimientos adquiridos, deberan como sus antecesores ponerlos en práctica en otras comunidades, ¿y hasta cuando debemos continuar así.? ¿Quien es el culpable de todo esto? espero respuestas
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